A la polémica de “deberes sí, deberes no”, se suma ahora un nuevo estudio realizado por la Fundación Bofill y el Instituto Catalán de Evaluaciones Públicas (Ivàlua) que pretende determinar los programas parentales más adecuados para acompañar a nuestros hijos en su aprendizaje escolar.
Tras analizar 400 proyectos internacionales, el informe sostiene que, contrariamente a lo que se cree, ayudar a los pequeños a realizar los deberes y supervisarlos tiene un efecto mínimo en su rendimiento académico.
Eso no significa que los padres debamos mantenernos aparte. Más bien al contrario, nuestra participación es fundamental para el desarrollo escolar de nuestros hijos. Pero una participación que se aleje de la mera ayuda al realizar las tareas escolares.
El estudio afirma que los programas de implicación parental más efectivos son aquéllos donde la comunicación profesor/a-padre/madre es constante, en los que la búsqueda de actividades, materiales e información para realizar los deberes es imprescindible para que nuestros hijos aprendan a hacer frente a sus tareas.
Establecer con ellos una periodicidad para trabajar en casa, así como crear un ambiente de trabajo, ayuda a que los niños asuman esta actividad sin protagonizar una lucha constante. Y, por supuesto, talleres de implicación parental que aporten herramientas a los progenitores para acompañar a sus hijos en este cometido, sin convertirnos en dictadores que los obligan a ello. Al fin y al cabo, lo más importante no es que aprendan, sino que quieran aprender.
Fuente: Fer els deures amb els fills té un impacte nul en el seu aprenentatge (diari Ara)